Muchas veces nuestra evangelización no logra los objetivos
deseados ya que dependemos mucho de técnicas y estrategias. La clave está en
mirar a Jesús como nuestro único modelo a seguir, y El nos capacitará para
poder llegar a otros. Veremos cuál es el plan de Cristo, el único plan que nos
da el éxito asegurado.
“Sólo el método de Cristo será el que dará éxito para llegar a la
gente. El salvador trataba con los hombres como quien deseaba hacerles bien.
Les mostraba simpatía, atendía sus necesidades y se ganaba su confianza.
Entonces les decía: seguidme”. (MC, p, 102.)
Vemos entonces que el método que Cristo ocupaba era
sencillo, primeramente suplía las necesidades de la gente, las hacía sentir
bien, y luego que ganaba su confianza les decía que lo siguieran. Muchas veces
más que centrarnos en la personas, nos fijamos en las estrategias para llegar a
éstas, lo cual no da muy buenos resultados.
“Somos tardos en comprender cuán necesario es entender las enseñanzas
de Cristo y sus métodos de trabajo”. (CM, p,377)
El plan de Cristo
estaba enfocado principalmente en la gente. Cristo ocupó su tiempo en elegir
personas y capacitarlas para que lleguen a las multitudes. Los discípulos
fueron apuntados como “hombres sin letras” pero los mismos que los criticaban
reconocías que ellos habían estado con Jesús. Los discípulos al pasar tanto
tiempo con su maestro, interiorizaron la testificación en sus vidas. Los
discípulos fueron testigos de cómo Jesús llegaba a la gente de una forma tan
natural que atraía a multitudes.
Cualquier verdadero esfuerzo para lograr una testificación
exitosa debe estar basada en Cristo. La
posibilidad de éxito está en dejar nuestro yo, y dejar que Cristo lidere
continuamente en nuestra vida, esto se logra cuando caminamos y trabajamos con
él. Desde la niñez estamos condicionados
a temerle al fracaso por lo que buscamos a toda costa lograr el éxito. Muchas
veces ni intentamos hacer algunas cosas porque tenemos una mentalidad de
fracaso, pensamos lo siguiente: “como siempre me salen mal las cosas, para que
lo voy a intentar si de todas formas será un fracaso”. Es triste pensar en las
grandes cosas que hubiéramos hecho si tan solo lo hubiésemos intentado. Esta
actitud se revela en nuestra testificación también. Muchas veces limitamos a
Dios, y desconfiamos de su poder, pensando que no alcanzaremos el objetivo.
McDill menciona 3 categorías de temores a las que todos los
que testificamos debemos hacer frente: miedo a la insuficiencia, miedo al
rechazo y miedo al fracaso.
Seguidamente, este autor comenta los remedios espirituales
prácticos que el Apóstol Pablo da en 2da de Timoteo 1:7: “Porque no nos ha dado
Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio” concluye
diciendo que Dios con su poder eliminara el temor e insuficiencia, el don de
amor eliminará el miedo al rechazo y el don del dominio propio quitará el miedo
al fracaso.
Debemos seguir el ejemplo que nos dejó Jesús, nuestro gran
maestro, no pensar de una forma negativa o fracasada antes de ver los
resultados. Necesitamos confiar en que Dios nos dará el éxito a pesar de las
dificultades que se puedan presentar. Los discípulos siguieron el ejemplo de su
maestro, teniendo maravillosos triunfos, así como los discípulos pudieron
manifestar a Jesús en sus vidas, nosotros también en este siglo lo podemos
hacer. La clave está en seguir el ejemplo de Cristo, “acompañada del poder de persuasión, del poder de la oración, del poder
del amor de Dios, esta obra no puede fracasar” (MC, p. 102.)
(Resumen Cap. 3, libro "El método de Cristo para testificar").
Buenas, cuál es el Libro MC que aparece en las citas. ¿Qué libro es?
ResponderEliminarEl Ministerio de Curacion
EliminarMinisterio de Curación de Elena White
ResponderEliminarMinisterio de Curación (MC) de Elena de White
ResponderEliminarExcelente Contenido.
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